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Ideas de inversión | Artículo - 5 Min

Un ETF que invierte en compañías que contribuyen a la economía circular

¿Cómo debemos enfrentarnos a la degradación ecológica provocada por el hombre y al agotamiento de los recursos más rápido de la historia de nuestro planeta? La solución puede incluir un cambio hacia más productos digitales, experiencias virtuales y más reciclaje de ropa y bienes de consumo duraderos. Es decir, se trata de llevar a cabo una transición hacia una economía circular: reducir, reutilizar, reciclar.

Afortunadamente, algunas iniciativas políticas respaldan dicha transición. Entre ellas, destaca el enfoque «el verde es oro» de China a favor de la integración del desarrollo económico, social y ecológico y su aplicación a través de la Ley de Promoción de la Economía Circular de 2008, la estrategia de Desarrollo de la Economía Circular de 2013 y el plan de desarrollo de la Economía Circular de 2021.

En lo que respecta a la normativa europea y estadounidense, destacan el Plan de Acción para una Economía Circular y el Pacto Verde Europeo, así como la Ley de Recuperación de Recursos y Economía Circular, la base de datos sobre políticas de economía circular y la Estrategia Nacional de Reciclaje de Estados Unidos.

Estas medidas pueden traer consigo ventajas competitivas a largo plazo, ya que animan a las empresas chinas, europeas y estadounidenses a adaptar y reconsiderar sus operaciones antes de que se endurezcan las normas en el resto del mundo. 

Motivos de alarma 

El agotamiento de unos recursos escasos, el aumento de la generación de residuos y la contaminación de la tierra y el agua ponen de manifiesto la necesidad de tomar medidas al respecto. Las tensiones geopolíticas dificultan la logística a escala mundial, limitando el acceso a los recursos y agravando las tensiones.

Un conocido indicador de nuestro impacto sobre los recursos del planeta es el Día de la Deuda Ecológica. Creado en 1971, marca la fecha en la que la demanda de recursos y servicios ecológicos por parte de la humanidad en un año determinado supera lo que el planeta puede regenerar en ese año. En 2023, esta medida se ha alcanzado el 2 de agosto, lo que significa que se necesitan 1,7 planetas para satisfacer las necesidades de recursos renovables de este año.

Se prevé un aumento del nivel de vida en las regiones menos desarrolladas, por lo que la presión sobre los recursos planetarios no hará sino crecer a partir de aquí. Se calcula que la situación actual, también conocida como economía lineal, requerirá casi el doble de recursos, 184 gigatoneladas en 2050, frente a las 100 que se necesitaron en 2019.

El informe de la OCDE Perspectivas mundiales de los recursos materiales de 2019 hasta 2060 ofrece un rayo de esperanza: prevé que el cambio estructural y tecnológico podría frenar el crecimiento del uso de materiales.

Un amplio margen de mejora

El aumento de la eficiencia resultará crucial. En la actualidad, se desperdicia más del 90% de los materiales. El porcentaje de materiales secundarios reciclados en la economía mundial ha caído del 9,1 % en 2018 al 7,2 % actual.

¿Cómo se puede lograr dicho aumento de la eficiencia? 

  • En la Unión Europea (UE) se reciclan menos del 40% de los residuos electrónicos.
  • El cambio a soluciones de movilidad eléctrica aumenta la sostenibilidad de la cadena de valor de las baterías
  • En 2017, los residuos de envases en Europa alcanzaron una cifra sin precedentes de 173 kilogramos por habitante
  • Según la OCDE, la generación mundial de residuos plásticos se duplicó con creces entre 2000 y 2019 hasta alcanzar los 353 millones de toneladas, pero únicamente se recicla el 9% 
  • Menos del 1% de todos los textiles del mundo se reciclan en nuevos textiles
  • El sector de la construcción es responsable de más del 35% de la generación total de residuos de la UE
  • En la UE, se estima que el 20% del total de los alimentos producidos se pierde o se desperdicia 

¿Por dónde empezar?

Debemos sustituir el modelo lineal (extraer, fabricar, consumir, desechar) por una economía circular que permita que los productos mantengan su máximo nivel de valor durante el mayor tiempo posible. Se trata de un ecosistema en el que los residuos de un área sirven de «alimento» para otra. Se utilizan diversos enfoques de optimización, como por ejemplo: 

  • Utilización de suministros de naturaleza circular, es decir, recursos totalmente renovables
  • Prolongación de la vida útil de los productos: reventa, reparación, refabricación, modernización
  • Disposición de productos como servicio y utilización de plataformas de uso compartido: el fabricante conserva la propiedad del producto o la comparte para reducir las ineficiencias
  • Recuperación de recursos a la hora de tratar los productos desechados 

A la hora de reconsiderar la vida útil de los productos y de las opciones de reciclaje, es necesario trabajar en el concepto del producto, evitar la obsolescencia programada y utilizar la tecnología para garantizar unas condiciones de partida más favorables de cara a una futura circularidad.

Inversión destinada a fomentar la economía circular 

La mayor parte de los efectos económicos negativos de la economía lineal proceden de un número reducido de empresas. Por ejemplo, 20 compañías petroquímicas son las responsables del 55% de los residuos de plásticos de un solo uso del mundo. Esta circunstancia hace que a los inversores (así como a los consumidores y otros grupos de interés) les resulte más fácil entablar una relación de diálogo con los principales responsables.

Los agentes circulares, que son aquellas empresas que facilitan la transición hacia la economía circular, desean aprovechar la oportunidad potencial de crecimiento mundial, que asciende a 4,5 billones de dólares y que podría crear millones de nuevos empleos. En la actualidad, casi la mitad de las 100 principales compañías del mundo ya tienen como objetivo garantizar el uso constante de los materiales que utilizan. 

En nuestra opinión, las gestoras de inversión y las instituciones financieras pueden desempeñar un papel muy importante en este ámbito. En BNP Paribas Asset Management, estamos desarrollando una normativa eficiente en materia de gestión responsable e invirtiendo directamente en cuestiones relacionadas con la economía circular. Nuestro fondo cotizado (ETF) temático circular de 1.000 millones de euros replica el índice ECPI Circular Economy Leaders, compuesto por una cesta de 50 grandes empresas cuya selección se basa principalmente en criterios medioambientales, sociales y de buen gobierno (ESG).   

El índice está compuesto por empresas que operan en sectores que son circulares por naturaleza o que tienen más probabilidades de beneficiarse de la adopción de prácticas y modelos empresariales propios de la economía circular. A continuación, ofrecemos una visión general de los modelos empresariales y sectores industriales circulares: 

  • Suministros circulares: empresas que proporcionan energía renovable, insumos de base biológica o totalmente reciclables que sustituyan a los insumos de un solo ciclo de vida. Entre los sectores industriales destacan la generación de energía renovable y equipos, biocombustibles, pilas de combustible.     
  • Recuperación de recursos: empresas que recuperan recursos útiles o energía a partir de productos o subproductos desechados. Los sectores industriales incluyen la gestión de residuos, los servicios y equipos medioambientales.  
  • Prolongación de la vida útil de los productos: compañías que amplían el ciclo de vida útil de los productos y componentes mediante su reparación, actualización y reventa. Entre los sectores industriales se encuentran la ropa y los textiles, los automóviles, los productos químicos y los materiales de construcción.   
  • Plataformas de uso compartido: empresas que aumentan la tasa de utilización de productos haciendo posible el uso, el acceso y la propiedad compartidos. Sectores industriales: tecnología, uso compartido de vehículos y de viviendas.  
  • Producto como servicio: empresas que ofrecen el acceso de los productos y mantienen la propiedad. Entre los sectores industriales están la computación en la nube y los servicios de leasing

La transición hacia una economía circular constituye un paso en la dirección adecuada en lo que se refiere a las prácticas industriales, ya que contribuye a reducir la presión sobre los recursos, el medioambiente y las cadenas de suministro impulsando al mismo tiempo el crecimiento económico y la creación de puestos de trabajo. Las soluciones circulares pueden ofrecer oportunidades atractivas a una amplia gama de inversores y grupos de interés.

Si deseas más información sobre fondos cotizados (ETF), consulta nuestra página de ETF.

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